QUE TIPO DE PISCINA ELEGIR
Instalar una piscina en el jardín es una opción con la que pasarás ratos de ocio muy agradables, además se convertirá en un elemento muy importante de tu hogar. Si estás pensando en hacerte con una piscina, debes barajar todas las opciones de las que dispones, ya que se será en una parte más de tu casa. Debes elegir en función de los metros de los que dispongas, del uso que le vayas a dar y, por supuesto, de tu gusto personal.
ELIGE TU PISCINA
Instalar una piscina en el jardín es una opción con la que pasarás ratos de ocio muy agradables, además se convertirá en un elemento muy importante de tu hogar. Si estás pensando en hacerte con una piscina, debes barajar todas las opciones de las que dispones, ya que se será en una parte más de tu casa. Debes elegir en función de los metros de los que dispongas, del uso que le vayas a dar y, por supuesto, de tu gusto personal.
Elementos a tener en cuenta antes de elegir una piscina
En primer lugar debes atender al tamaño del terreno antes de elegir el tipo de piscina que vas a instalar. Piensa que si colocas una piscina enterrada, al menos necesitarás un espacio de aproximadamente 8x3 metros. Además, es necesario que tus espacios de exterior tengan lugar suficiente y estén acondicionados para introducir maquinaria.
Otro aspecto a considerar es el presupuesto con el que cuentas para llevar a cabo tu proyecto de piscina. De este punto dependerá mucho el tipo de piscina que vayas a instalar, recuerda que las piscinas enterradas son más caras que las de superficie.
Otra consideración es la durabilidad que esperas para tu piscina. Si quieres una piscina para toda la vida, cualquiera de las de obra será una opción ideal. Sin embargo, si tienes pensado dejar la piscina solo de forma temporal (porque piensas mudarte o solo quieres tenerla mientras tus hijos vivan en casa, etc.) es recomendable que instales una de superficie. No dejes de lado el hecho de que, cuando instales la piscina, sea del tipo que sea, el aspecto de tu jardín cambiará y, sobre todo si es de obra, tendrás que volverlo a acondicionar una vez terminada su instalación.
Tipos de piscina
Dispones de piscinas de superficie y enterradas:
PISCINAS DE SUPERFICIE
Las primeras, de superficie, pueden ser fijas o desmontables y no requieren de obra para su instalación; Únicamente tendrás que nivelar y compactar muy bien el terreno para que soporte el peso del agua sin problema. Puedes poner una base sólida de cemento u hormigón si lo prefieres.
Una vez hayas escogido el lugar en el que deseas colocarla podrás tenerla lista en un solo día. La gran ventaja de las piscinas de superficie es que, al encontrarlas de varios tamaños, no necesitas tener un espacio demasiado grande, ni llevar a cabo obras complicadas. Además son económicas, aunque el resultado será menos estético para tu jardín que el de una piscina enterrada. Aun así, cada vez se encuentran estas piscinas con paneles exteriores más decorativos.
Las portátiles pueden ser galvanizadas de acero, azul, blanco, imitación madera, piedra, celosía… Instalar una piscina de superficie portátil es sencillo y aguantan perfectamente todo el uso que vayas a darle. Estas piscinas son igual de robustas que las de obra, con la diferencia de que están expuestas a las inclemencias del tiempo.
Las piscinas de superficie fijas son, principalmente, de madera y una vez instaladas es más complicado cambiarlas de lugar. Al igual que las portátiles, pueden ser redondas, ovaladas, octogonales y rectangulares. También pueden tener paneles de madera de hasta 45 mm de grosor. Aunque son piscinas portátiles la idea es que, una vez montada, no tengas que desmontarla. Aguantará perfectamente el otoño y el invierno sin problemas. Una de sus grandes ventajas es que si vas a cambiar de casa, puedes llevarte la piscina contigo.
PISCINAS ENTERRADAS
Las piscinas enterradas requieren una instalación más compleja pero a cambio ofrecen más prestaciones. Para escoger una piscina enterrada, debes decidir cuidadosamente la zona del jardín en la que quieres instalarla, ya que va a ser el lugar en el que permanecerá siempre. Por otro lado, el montaje debe llevarse a cabo por profesionales que te ofrezcan todas las garantías, así evitarás problemas futuros ya que las posibles averías son muy difíciles de reparar.
Existen tres grandes tipos de piscinas enterradas:
De poliéster: Se trata de un vaso prefabricado sin juntas, la superficie es lisa lo que evita las incrustaciones y la acumulación de algas. Por eso puede permanecer vacío largas temporadas. Otra de sus ventajas es que, de todas las piscinas enterradas de las que dispones, esta es la única que puede moverse o cambiar de posición. Además, soporta una gran presión sin riesgo de fisuras. En el caso de que sufriera algún desperfecto, se puede reparar con el mismo material de forma muy sencilla. Son las más fáciles de instalar porque el vaso es de una sola pieza prefabricada, además son las más sencillas de mantener y de limpiar. También las más baratas.
De obra: El hormigón tiene una gran resistencia con impermeabilización y durabilidad garantizadas. Este tipo de piscinas requieren de una obra de mayor envergadura, pero a la vez te permiten crear el tamaño y forma que desees para tu piscina. Estas piscinas constan de un vaso de hormigón acabado en superficie de gresite, requieren un mayor mantenimiento pero te permiten conseguir las formas que quieras adaptándose a cualquier espacio.
De paneles: También tienes la opción de fabricar tu piscina con paneles de polímero, que no se deforman ni se deterioran con los productos químicos. Su resistencia es semejante al hormigón y tienen algo de holgura para adaptarse a los posibles cambios del terreno. También dispones de paneles de acero con tratamientos anticorrosión, que ofrecen una gran resistencia a los agentes químicos, a los rayos UVA y a los cambios medioambientales.
Estas piscinas se montan a la carta con la forma y medidas que mejor se adapten al espacio de tu jardín.
Comentarios
Sin comentarios en este momento!
Deje su comentario